Marcela esta completamente decidida a convertirse en repostera.
Quiere estudiar. Quiere practicar.
Entonces se levanta temprano y elige recetas para cocinar. Sale, se pone el barbijo y va a comprar los insumos. Huevos, harina, manteca, azúcar, cacao, crema, chocolate amargo, un limón para rallar. A veces son otros los ingredientes.
Vuelve, lava todo con alcohol al 70%.
Se cambia. Se pone cómoda.
Nadie la mira y ella nada ve. Sólo un bol, una espátula y el futuro de repostera.
2 comentarios:
Solo los que sueñan despiertos van a entender una historia tan simple, tan cotidiana y tan llena de esperanza atrás de algo que debería ser tan simple como estudiar ...y más un oficio
Hermosa historia!!!
Gracias Luis!
Por pasar y por comentar!
Beso grande!
Publicar un comentario