No hay lugar para las mañanas de otoño cuando no hay hojas.
Antes de la salida del sol, antes de la mañana, antes del camino caminado, hay una flor chiquita de color celeste que de tanto ser despierta la primavera. Y son ellas, las flores mas pequeñas las que se desvisten para producir frutos y futuro.
Hay lugar para las mañanas de primavera cuando hay flores desvestidas.
Ella esta sentada, corta pétalos celestes y pisa las hojas que no caen.
Luego se va, para volver adonde nunca se fue.
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