miércoles, 23 de julio de 2008

Elogio a la estupidez

Suele ocurrir que variemos los conceptos que tenemos sobre nosotros mismos a lo largo de los días, las semanas o los meses. Pero hay un momento terrible en el cuál uno se siente un estúpido. Mientras no creamos que lo somos, sino que es una situación momentánea, nos produce una sensación indescriptible.
El hecho de levantarse a la mañana y comenzar a pensar para qué me levanté es signo de que uno empieza el día de manera estúpida. El ritual mañanero, que cada uno tenemos, ir al baño, tomar un café o un mate a las corridas y siempre caminando sobre los mismos pasos, agarrar el bolso, cartera o mochila Verificar que todo esté en su lugar. Chequear que estén las llaves o cualquier cosa necesaria para lo que queda del día. Todo, todo, de la misma manera que cada día. Así, abrimos y cerramos la puerta de entrada y nos despedimos del hogar, con la sensación repetida de un terrible vacío mañanero. En ese día, donde empezamos por sentirnos estúpidos, toda acción se ve mecánicamente estúpida, sin razón ni gusto. ¿Cómo no sentirse absolutamente tonto de hacer siempre lo mismo?
Los caminos pueden ser variados, los transportes también. Igual que los destinos. Entonces tal vez nos tomamos un colectivo o un tren que luego de esperarlo sufriendo el sueño matinal llega y esta tan lleno de gente que nos convertimos en un mismísimo "rasti" (esos juegos que de niños encastrábamos felizmente).
¿Y para qué? Es una situación completamente estúpida la de esperar algo que sabemos que va a llegar de la misma manera que sabemos que nos va a trasladar hacia el confín del día que comienza. Y ya, frente a la sensación de estupidez de ser parte de la masa que se mueve, la máquina nos traga la moneda, (previa compra de pañuelitos de papel en algún kiosco para conseguirlas...). ¿Quién es estúpido acá entonces? ¿La máquina, los pañuelitos de papel, la moneda? No, no. Nosotros. Sin dudas. Tanto esfuerzo por un pedazo de metal acuñado que deja de existir porque un ser inanimado tragamonedas decide por cuenta propia quedarse con ella. Estúpido. Estúpida.
En éstos días estúpidos, y ya entrado el día activo, no dejamos a la estupidez así porque sí. En donde estemos ocurren circunstancias tales como que nos hagan preguntas y no las entendamos. A ver, nos preguntan sobre algo que requiere una respuesta simple y sencilla pero por supuesto no sabemos que responder por el simple hecho que la estupidez nos atrofió el cerebro, entonces nos quedamos mirando mientras el otro mira preguntándose si somos estúpidos... ¡y sí! Lo somos, por lo menos hoy.
O nos puede ocurrir que nos llevemos una puerta de vidrio por delante pensando que no había puerta.
O ir al baño del trabajo, o de un bar o de la facultad, o de donde sea y quedarnos encerrados porque la traba anda mal. Entonces empezamos a hacer malabares con la cerradura, a golpear con la pierna o a mover el picaporte si es que hay hasta que alguien viene de afuera, nos abre y nos mira pensando..."qué estúpido"
O bien, tropezar con algo que siempre estuvo en el mismo lugar, pero que hoy se corrió imaginariamente sólo para seguir avalando la teoría de la estupidez. Y nos caemos o casi lo hacemos
Y así pasa el día, encontrando excusas para hundirnos en éste triste mundo de sentirse estúpido.
Tal vez, sea mañana que nos levantemos con la sensación de ser lindos, o inteligentes, o bohemios, o estudiosos, o malos, o satisfechos.
Tal vez sea mañana.
Ojalá.
Foto: Gran famoso extranjero tocayo de un estúpido localísimo con marca registrada (¿es o se hace?)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cómo se hace para no sentirse estúpido o más bien embroncado en un día así? o peor, en una semana o mes? cuando uno no acepta algo, o mucho de su vida, surge un big ban de mala onda. Y la bronca es directamente proporcional a ella. Cómo salir de ese circulo vicioso?

Anónimo dijo...

La música amigos. Es una muy buena medicina.

Carla Valicenti dijo...

Anónimos: Acuerdo en que la música es una buena medicina para esa senasación de estupidez en círculo vicioso. De todas formas,es una sensación asquerosa sentirse parte de esa masa que ejecuta.

Gabita dijo...

la estupidez a veces es necesaria para comprender los momentos donde no lo somos, creo.
tan estupido como feliz suena mas que bien.
y la musica en verdad cura. y cura leer. y sonreirle al cielo. y coquetear con la estupidez.
tanta estupidez a veces nos presenta desafíos de como hacer para no serlo.
estupida yo, y vos?

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