domingo, 8 de junio de 2008

Mi vida sin mí


No es un título original. Es un plagio a una película que lleva ese mismo nombre.
Y ella es quien me disparó una reflexión o un sinfín de preguntas.
La historia: joven de 23 años casada y con dos hijas que no ha vivido más que esa vida. Y que por culpa de náuseas repetidas se entera que tiene una enfermedad terminal. Esta circunstancia genera un replanteo en su vida. Linda película, tema poco original pero el resultado es muy bueno.
Ahora, independientemente de la propia historia, me quedé pensando en cómo sería la vida sin mí (o sin cada uno de nosotros). Y en cómo uno hace o deshace para trascenderse. Qué es lo que hacemos o dejamos de hacer de manera genuina para con nosotros mismos y para con los demás. Porque considero que aquello genuino es lo que deja mella.
En mi vida, en “la vida”, perdemos la dimensión de las huellas. De las que podemos dejar, y gastamos energías apuntando a lugares que no nos interesan o por lo menos que no nos generan placer o pasión. O tal vez sí.
Entonces, pensé en cuáles son las cosas donde vale la pena ser, cuáles son las huellas que pueden quedar si uno repentinamente no existiera. Lo pensé en relación no sólo a quién se es sino a qué se hace. Y más allá de las cuestiones humanas sumé las laborales, las artísticas, las vocacionales y todas aquellas cosas con las que uno vive.
Mi vida sin mí y tu vida sin vos, esa es la cuestión...
"Mi vida sin mí" (2003) (My life without me)
Guión y Dirección: Isabel Coixet

11 comentarios:

Carla Valicenti dijo...

Complejo tema amiga...
Vivir sin un@ mism@, sin la propia esencia, sin respetar los deseos y proyectos, sin unicornios azules es la enajenación del ser.
Son situaciones muy personales, en mi caso la política, algunos garabatos que escribo y cantar...
En este posmodernidad es muy fácil caer en la enajenación, se vive esquivándola.

Anónimo dijo...

Habria que definir primero a que se esta refiriendo con "mi vida". creo que cuando hace la lista de cosas para hacer antes de morir, no hace mas que replantearse sobre cuales fueron sus pensamientos y rutinas hasta entonces. Es ahi donde aflora todos sus asuntos "pendientes". Acaso no siempre tenemos cosas pendientes antes de pasar a cualquier otro estado? No es uno mismo quien tiene que marcar esos alcances?
Con el juego hecho, con mejores o peores resultados, pero en definitiva propios, sobreviene la calma que da, tomando palabras prestadas, "al lado del camino".
Diego

Anónimo dijo...

fe de erratas:
"(...)tomando palabras presatadas, estar "al lado del camino."

Carla Valicenti dijo...

ES cierto, Dieguito, siempre tenemos algún asunto pendiente...

Anónimo dijo...

siempre habra algo pendiente, que debamos hacer... pero lo importante es lo que ya hicimos y que esa accion nos haya dado felicidad.
cuando amamos lo que hacemos, trasciende, los hijos, los libros ....nosotros sin nosotros mismos, no somos nosotros, somos otros
mamushca

Anónimo dijo...

Es mucho mas coherente hacer como se piensa, y no pensar una cosa y hacer otra. De ser asi, seria otra forma de "mi vida sin mi". Como se vive siendo incohernete entre el hacer y el pensar? Acaso esa disociacion no nos lleva a vivir la vida del "otro"? Siempre es preferible vivir "mi vida conmigo",
mi vida sin miedo a mi vida, a optar por "mi vida sin mi", subyugado a la mirada del otro.
Diego

Carla Valicenti dijo...

Dieguito: Estar muuuuy pero muuuuy disociado creo que se llama psicosis.
Lic. Fernandez: ¡Qué linda foto en tu perfil!
Bernardo: Lamento (no, en realidad me indigna) que tu muerte fue rápidita, expeditiva, casi que no te diste cuenta....

Gabita dijo...

Las cosas pendientes son un mal necesario, es probable que cuando no quede ninguna, no valga más la pena ser...
Comparto la busqueda de la escencia y la imposibilidad de ser medianamente feliz sin ella no existe.
Y me parece genial entender la vida sin mi como la no coherencia, no lo habia pensado. Interesantisimo. La dicotomía entre el pensamiento y la acción nos lleva a olvidarnos de nosotros...cuanta verdad!

Gabita dijo...

Lo olvidaba...
Saludos voladores con sonrisa para Bernie!!!

Carla Valicenti dijo...

..."salgo volando por la ventana..."
Bernie

Anónimo dijo...

Dejamos huellas, de diversas formas.Y cada forma denota aspectos de nuestra personalidad, proyectando lo que somos, lo que deseamos, o lo queremos ser. El artista desea perpetuarse con su obra. El pensador con sus ideas. Es cierto, aveces son equivocados los caminos elegidos, otras, es el destino el que se encarga de conducirnos. Los errores dejan huellas, y nos forjan, las alegrias nos acarician el alma y nos advierten que son "finitas". En fin, de cualquier forma que se lo vea, es la vida, y "solo se trata de vivir..."

Saludos:

Otro filosofo de cafe.

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