domingo, 4 de septiembre de 2011

Error de cálculo: Sentidos en el abismo













Un señor aplaude a una marioneta porque no le ve los hilos.
Aplaude hasta rabiar y enciende una bengala de alegría.
Inertes palabras que descubrieron el perdón y el misterio,
mientras las serpientes enredan personas llamativamente intachables.
Impúdico aire que respira el ser espeluznante que deja caer su gorda billetera en la cara de costillas con forma humana.
Error de cálculo: la misión del decir no es más que mentirle a los barriletes de la libertad.
Es imponer el miedo que atraviesa a la mentira y a la verdad con la intención de no entender cuál es cuál.

Un señor aplaude a otro, que habla tras una mesa y dice cosas trágicas.
Aplaude hasta que le duele y vomita inconsistencias.
Tristes llantos completan el cuadro de un teatro irreal,
mientras señores canosos y mujeres llenas de labios brindan con champagne.
Agotadora creencia de navegar en la verdad mentirosa que impone un corazón frío y un alma sin piedad.
Error de cálculo: el espejo devuelve un monstruo de veinte cabezas que inspira sonrisas al nadapoderoso.
Es disfrutar con las manos sucias de sangre dudosa que impulsan la creación de un sueño de estrellas estrelladas.

Un señor aplaude a una caravana de robots del pensamiento.
Aplaude hasta desfallecer y duerme profundamente.

Pero solo hasta vuelve a empezar.

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