domingo, 13 de abril de 2008

Poker de ases

No existe manera más extraña de sentirse libre que disponer de un mazo de cartas. Es probable que parezca un concepto reduccionista y algo limitado. Pero pensémoslo de ésta manera:
Tenemos diferentes tipos de mazos, en algunos tenemos una suerte de homogeneidad numérica (cartas de chinchón), en otro caso vemos una mixtura que vincula números y letras (póker)
Pero en ambos casos existe una situación jerárquica constante.
Los valores de las cartas pueden ser superiores o inferiores, y preferimos algunas sobre otras. A veces necesitamos hacerle honor a las cartas bajas. Otras, vamos hacia las grandes. Sin duda, cada decisión va a depender de qué juego estemos jugando y a su vez cuál sea nuestro objetivo en dicho juego.
Aparecen así, cartas distintivas y otras intrascendentes. Un Rey o una K son altamente poderosas y jerárquicas. Un cuatro por ejemplo, sea el mazo que sea, suele ser intrascendente. Existen héroes que generan un placer indescriptible en caso de sucederse. Un tres rojo en la “canasta”, un 1 de espada en el “truco” o un 7 de oro en la “escoba de 15”.
Otro tema son los comodines. Todos los mazos contienen una cantidad limitada de cartas que tienen la capacidad de mutar en beneficio nuestro. Se convierten a gusto y piaccere de lo que necesitamos. Nos sentimos tocados por una varita mágica cuando lo vemos aparecer, porque actúa como ella, simplemente.
Existen además diferentes “razas” dentro de una misma comunidad (y no estoy haciendo una análisis sociológico). La división es por palos. Oros, bastos, tréboles, corazones y muchos más. Cada uno de los grupos tiene vidas aparte y en general valen más en conjunto que individualmente. Lo mismo pasa a veces con los números. Un cuatro es intrascendente, pero siete cuatros hacen una canasta...
En algunos juegos hay cartas que no nos sirven. Simplemente las sacamos y las dejamos a un costado. Hay mazos que vienen sin esas cartas, pero ya no serían tema de análisis, puesto que en éste caso el que fabricó el mazo decidió el juego que voy a jugar. Me saca posibilidades.
A esta altura se preguntarán el porqué de la libertad.
En respuesta, y sujeta a cualquier refutación y/o corrección, digo que la libertad es poder tener cartas, elegir cuáles usar, elegir el juego, saber que estrategia poner en la mesa, ser rey o cuatro o no estar de acuerdo con la diferencia entre ambos, hacerlo solo o en comunidad de palos o números, vivir gracias a comodines, esperarlos solamente, salir a buscarlos o rechazarlos. Ser héroes que salvan partidos o descreer de su importancia. Cortar el mazo por la mitad o sólo tocar la carta de arriba, repartir para la derecha o para la izquierda. Hacer canastas puras o impuras, sacarse un velo, retrucar o irse al mazo, mentir o decir la verdad, juntar piernas o no, desconfiar o creer, jugar por plata o por placer, o por las dos o por ninguna.
Libertad es decidir.
Libertad es quiero o paso
O simplemente... chaaaancho va!


Foto: el "famoso" cuatro de copas.

6 comentarios:

Carla Valicenti dijo...

Mi desconocimiento sobre los juegos de mesa es importante. A pesar de tanta ignorancia me animo a expresar dos ideas: una alta valoración de tan creativa metáfora y admiración por una explicación tan didáctica (casi un instructivo)

Anónimo dijo...

la mamuska
las cartas estàn hechadas...algunos reciben los reyes, los siete de oro, el as de espada, pero cuando mas confiados estan.....les llega esa, que no sirve para nada y el juego se equilibra, vuelta a dar, vuelta a sufrir, y llega nuevamente esa, que esta esperando.....y la rueda continua, con reyes, cuatros, ases de espada y todo lo que imagines.
la libertad?????
el azar??????????
el conocimiento????
la astucia ?????
la mentira???????
quien sabe ......la rueda ja ja

Anónimo dijo...

Muy creativa tu exposición, me encantó.
En realidad la vida es un juego y las cartas están echadas, depende de uno como las quiere jugar y saber elegir el juego correcto.

Carla Valicenti dijo...

mmmm... para cuándo otro posteo?

Gabita dijo...

esta bueno no conocer de juegos y a pesar de ello vivir como en un juego. Porque se presenta el azar, cosa comun a la vida misma. Y al juego.
gracias x los comentarios y nunca, pero nunca dejemos de jugar...no?

Carla Valicenti dijo...

desde ya, siempre - o casi - se especula y se evalúan los posibles escenarios

A propósito de las SAD

Estos últimos días, los clubes son parte de la disputa ideológica que tiñe esta previa de ballotage presidencial. Frente a la reaparición de...